- Nuevos objetivos y enfoque en la biodiversidad
- “Tomar acciones para combatir el cambio climático es innegociable
- Y la transición a vehículos completamente eléctricos es un paso crucial”
Ciudad de México. Volvo Cars compartió sus nuevos avances dentro de su estrategia de sostenibilidad, por ello ha establecido objetivos audaces para los años 2030 y 2040. Además, la compañía también reforzó su compromiso hacia la biodiversidad, fijando la meta de que para 2025, toda su deuda esté ligada a iniciativas de financiamiento sostenibles.
“Tomar acciones para combatir el cambio climático es innegociable y la transición a vehículos completamente eléctricos es un paso crucial en nuestro camino como pioneros”, afirmó Jim Rowan. “A medida que avanzamos para reducir las emisiones de nuestra cadena de valor, tenemos la responsabilidad de hacer más y abordar nuestra huella de biodiversidad, así como ayudar a mejorar la vida de las personas.”, concluyó.
Entre sus objetivos de sostenibilidad para 2030 se encuentran la reducción de emisiones de CO² por vehículo en 75% en comparación con 2018, la disminución del consumo energético por automóvil y el incremento de materiales reciclados en su línea de vehículos. La compañía también se enfoca en reducir a la mitad el uso de agua en sus operaciones y en asegurar que al menos el 99% de sus residuos sean reciclados o reutilizados.
De cara al 2040, se propone alcanzar un balance neto de cero emisiones de gases de efecto invernadero. La empresa ha logrado ya importantes avances, como el funcionamiento de 69% de sus actividades con energía neutra en términos ambientales y la reducción de las emisiones de CO² por vehículo en 19% desde 2018. Por ello se centra en la reducción efectiva de emisiones, priorizando este enfoque sobre la captura de carbono, e invita a sus proveedores a adoptar prácticas similares.
Para 2025, la empresa sueca tiene como meta vincular completamente su financiamiento a prácticas sostenibles, demostrando la importancia de las finanzas en el desarrollo sostenible. En 2030, aspira a convertirse exclusivamente en un fabricante de automóviles eléctricos y reducir las emisiones de CO² por vehículo en 75% comparado con 2018. La empresa confía en que la combinación de ventas de vehículos eléctricos y la disminución de emisiones en su cadena de suministro y operaciones la acercará a sus metas de reducción de CO².
En cuanto a la economía circular, ha priorizado este enfoque desde 2019, con materiales reciclados jugando un papel importante en sus vehículos más recientes. Para 2030, la compañía apunta a que el 30% de los componentes de sus vehículos sean reciclados y que el 99% de sus residuos sean reutilizados o reciclados.
La marca también busca tener un impacto positivo en la biodiversidad, adoptando iniciativas de restauración y colaborando con socios en su cadena de suministro para aumentar la conciencia sobre estos temas. La empresa ha realizado un estudio de impacto ambiental para guiar sus esfuerzos hacia un futuro beneficioso para la naturaleza.
Finalmente, Volvo Cars planea lanzar nuevas iniciativas sociales y medioambientales el próximo año, buscando proteger tanto a las personas como al medio ambiente.