La Diosa se presentó en 1930, en el apogeo de la popularidad de las efigies automotrices. En una era que duró más de 25 años, se crearon varias iteraciones, a medida que la forma impresionista evolucionó con el lenguaje de diseño de la marca y las aspiraciones culturales cambiantes.
Evolución de un ícono
Heron 1930´s
Cadillac presenta sus primeros iconos, diseñados por expertos y elegidos deliberadamente. La garza simboliza el poder elegante y el vuelo sin esfuerzo sobre la carretera. La diosa está elegantemente arqueada con las alas extendidas hacia atrás, lo que sugiere un movimiento hacia adelante elegante y poderoso.
La Diosa 1940´s
Con el paso del tiempo, la Diosa continúa evolucionando y cambiando para reflejar la estética dominante de su época. A medida que pasan las décadas, una constante permanece: encarna la aspiración y el logro, el progreso y la sofisticación.
1950´s
Haciendo eco de la era de las máquinas, la Diosa de la posguerra se vuelve más estilizada y menos figurativa. Fuertemente influenciada por el diseño aeronáutico, sus proporciones se estiran y alargan y su forma se vuelve cada vez más aerodinámica. Desde su lugar de importancia, avanza a toda velocidad, saludando a un mundo dominado por las maravillas científicas modernas con esperanza y optimismo.
En 1956, concluye la era original de la Diosa.
2023
Tras una larga ausencia, la Diosa regresa para adornar un solo Cadillac, el CELESTIQ. La nueva Diosa es impresionista y figurativa. Su rostro es contemporáneo y sus rasgos distintivos. Mantiene la cabeza alta y se arquea hacia adelante con confianza. Su drapeado complejo y fluido y sus brazos elegantes, echados hacia atrás para formar la tradicional “V” de Cadillac, son “alas” estilizadas, que transmiten la impresión de movimiento perpetuo.
LA INSPIRACIÓN SE CONVIERTE EN EXPRESIÓN
Inspirándose en técnicas escultóricas tradicionales y en relieves de la antigua Grecia, el escultor Richard Wiquist utiliza a la Diosa de 1933 como forma de partida para crear una interpretación contemporánea influenciada por el pasado, pero sin estar en deuda con él.
La Diosa Cadillac de hoy, un icono atemporal de un pasado histórico, está diseñada para la exclusividad. Su presencia denota con elegancia el arte singular de cada CELESTIQ. Personifica la cumbre de la artesanía a medida, la esencia misma de Cadillac.
